EL APRENDIZAJE DE IDIOMAS EN LOS NIÑOS

En este mundo global ya estamos concientizados de la importancia de aprender idiomas y de dominar al menos uno, además de nuestra lengua materna. Y está claro que la dificultad para aprender idiomas aumenta de manera exponencial a medida que pasan los años. No hay duda: cuanto antes empecemos a aprender un idioma más fácil nos resultará dominarlo. Por eso cada vez hay más padres interesados en que sus hijos aprendan, desde muy pequeños, un idioma extranjero además del nativo. Podemos diferenciar dos tipos de bilingüismo infantil: » El primero sería el aprendizaje simultáneo de dos idiomas. Se da, por ejemplo, en niños cuyos padres tienen diferente idioma nativo. En este caso algunos expertos aconsejan el enfoque “un padre, un idioma“: que cada uno hable al niño en su idioma natural durante los primeros años de vida. En otros casos los padres comparten un idioma pero viven en un país con una lengua diferente. Aquí recomiendan el sistema de “idioma minoritario en casa”: el niño hablará en la escuela el idioma del país y en casa el nativo. » El segundo tipo de bilingüismo es el secuencial o sucesivo. En este caso el niño ya tiene un lenguaje adquirido antes de empezar a aprender el segundo. Aún existe el prejuicio de que las personas bilingües pueden experimentar lentitud en el aprendizaje y no llegar a tener nunca dominio completo de ninguno de los dos idiomas. Los estudios de expertos como Chomsky, Hakuta o Cummins han demostrado que estas ideas son completamente falsas y que el bilingüismo tiene como consecuencia una gran flexibilidad cognitiva y un conocimiento detallado de reglas lingüísticas. Estudios comparativos entre niños bilingües y monolingües, indican que el bilingüismo puede llevar a un mayor desarrollo de determinadas habilidades intelectuales como el pensamiento abstracto. Los niños bilingües son más creativos y más eficaces a la hora de resolver problemas complejos. No hay que olvidar, además, que las personas capaces de entender y comunicarse en dos idiomas tienen la posibilidad de interactuar con más gente, leer más literatura, entrar en contacto con otras culturas, tener experiencias más plenas cuando viajan al extranjero y, por supuesto, mayores y mejores oportunidades de trabajo. Como resumen, enseñar o no a su hijo más de un idioma sólo depende de usted. Con este artículo sólo pretendemos despejar dudas sobre una supuesta influencia negativa del bilingüismo en el desarrollo del niño.

1 comentario: